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Marqués de Murrieta, historia del vino de España

Marqués de Murrieta, historia del vino de España

Hablar de la bodega Marqués de Murrieta es hablar de uno de los referentes en la historia del vino de Rioja, pero también de un buen pedazo de la historia del vino en nuestro país. Sería difícil hablar del vino de Rioja o de España sin mencionar esta bodega, sin lugar a dudas. En el año 1852, Don Luciano Murrieta, elaboraba los primeros vinos de Rioja, además de ser el primero en exportarlos y dar comienzo así al reconocimiento internacional que poseen los vinos riojanos en estos momentos, siendo sin duda una de las zonas vitivinícolas de mayor reconocimiento a nivel mundial.

Historia de un visionario

Luciano Murrieta, militar de profesión, realizaba viajes frecuentemente al Reino Unido, viendo en las cenas a las que asistía que se bebía mucho vino de Oporto, Burdeos y Jerez. A su llegada a Logroño, a la vuelta de uno de sus viajes, habla del tema con un amigo suyo y deciden adquirir uvas y elaboran vino. Saldrían de este proyecto 10 barricas de vino que exportan a Hispanoamérica. El resultado fue mejor del esperado, un éxito rotundo en aquellas tierras.

El éxito es tal que se decide a solicitarle a Isabel II una excedencia dentro de su profesión militar para lanzarse de lleno al mundo del vino. Viaja a burdeos para cursar estudios en enología. Tras ello se instala en Logroño, en la Finca Ygay donde construye una bodega para la elaborar vino de Rioja.

Bodega edificada en el contexto de castillo francés “chateau”, del que nació su vino más reconocido hasta la época “Castillo de Ygay”, conocido por aquel entonces como “Chateau de Ygay”.

Su esfuerzo por la elaboración de vinos en Rioja e impulsar la imagen en todo el mundo le supuso el nombramiento de Marqués de Murrieta por parte del Rey Amadeo de Saboya.

Historia reciente

En 1983 recoge el testigo Vicente D. Cebrián-Sagarriga, décimo Conde de Creixell, quien actualizó la bodega y continuó el legado del Marqués de Murrieta. Tras su fallecimiento, su hijo, Vicente D.

Cebrián-Sagarriga, actual Conde de Creixell, asume junto con su hermana Cristina la gestión de la bodega, acompañado de un equipo joven y cualificado, y actualiza por completo la bodega riojana.

A lo largo de los años la familia del Conde de Creixell se ha convertido en un eslabón perfecto para mantener el equilibrio entre tradición y modernidad, colocando a Marqués de Murrieta en el siglo XXI en una posición privilegiada en los vinos de Rioja del mundo.

En la primera década de este siglo, concretamente en 2007, Vicente D. Cebrián-Sagarriga, consciente de que la ladera está afectando al edificio original de la bodega, decide su restauración, contando para ello con la ayuda de una familia de canteros gallegos que proceden a su restauración piedra a piedra, un trabajo extraordinario que dio paso en el año 2012 a que el antiguo edificio/bodega pase actualmente a ser museo, edificio social y oficinas, con intención a futuro de convertir esta obra, en un referente de la hostelería, restauración e historia del vino en Rioja y en el mundo.

Como resultado final, el visitante puede encontrar las primeras instalaciones que muestran cómo se elaboraba el vino en esta bodega desde sus inicios. El edificio consta de 4 alturas, siendo la primera de ellas donde se recepcionaba la uva y se pesaba. En la segunda planta esa uva era despalillada e introducida en tolvas. Descendía la uva hacia la tercera planta, donde se depositaba en tinas de madera de castaño y donde se prensaba si fuese necesario, para que una vez terminada la fermentación alcohólica fuese introducido el mosto resultante en barricas, y trasladado a la cuarta planta por unas pequeñas escaleras, que por el paso del tiempo, siguen marcadas del golpeo continúo que descender esas barricas conllevaba, y donde se depositaban para realizar la crianza tanto en barrica como en botella.

En la actualidad, conservando la esencia de dicha antigua bodega, el edificio se ha convertido en un museo en sí, con muestras de incalculable valor de la historia del Marqués de Murrieta y sus vinos, transformando las distintas plantas en salones para realizar actos sociales, como restaurante, cocinas, botellero histórico de la familia… Un museo en sí mismo, lleno de documentación, maquinaria o fotografías desde sus orígenes hasta nuestra era.

En el exterior, además de viñedo, podemos encontrar fantásticos jardines para hacer eventos, un Wine Bar, ubicado en el edificio donde residía anteriormente la familia y por último, la nueva bodega que aún está pendiente de finalizarse. Todo ello forma parte de una de las instalaciones más importantes y de mayor historia de la Denominación de origen Rioja.

Los Viñedos

Marqués de Murrieta es una bodega que trabaja en la actualidad 300 hectáreas de viñedos propios ubicados alrededor del Castillo de Ygay, lo que es similar al funcionamiento de los Châteaux franceses.

Entre ellas nos encontramos con algunas fincas muy relevantes, donde se recogen las uvas de los vinos emblema de la bodega.

La primera es el Finca de Canajas, entre 1,5 y 2 hectáreas de viñedo, ubicada en la ladera superior donde su encontraba la bodega original. En su mayoría ocupada por la variedad tempranillo, con algo de Cabernet Sauvignon, variedad prohibida en Rioja, pero que Marqués de Murrieta puede utilizar como derecho adquirido, junto a unas pocas bodegas de Rioja. De esta finca nace “Dalmau”, uno de sus vinos más representativos.

La segunda parcela importante dentro de la bodega es la Finca de La Plana, de 30 hectáreas, desde la que se puede divisar la ciudad de Logroño. Una finca que en gran parte está plantada con la variedad Tempranillo. Aquí se elabora su buque insignia, el vino “Castillo de Ygay”.

Como curiosidad, debemos nombrar que, en la zona central de esta finca, hay una serie de filas de vides de la variedad blanca viura.

La tercera, Finca Capellanía, nace su vino de igual nombre, “Capellanía”, y en ocasiones especiales, “Castillo de Ygay Blanco”.

Las 300 hectáreas están trabajadas todas con riego por goteo, no con un empleo sistemático, sino que es empleado únicamente si las condiciones climatológicas lo exigen. Las fincas principales son en vaso, siendo las fincas dedicadas a la elaboración del Reserva y el Gran Reserva en la que nos encontramos algo de viñedo en espaldera.

Viticultura integrada, trabajo con robots de control climatológico, poda que se suele realizar en alto para que las viñas estén lejos del contacto con el suelo para evitar enfermedades.

 

Vinos

Bodega Marqués de Murrieta trabaja con la Tempranillo mayoritariamente. Además tiene, como os comentábamos anteriormente, cepas de Cabernet Sauvignon. También nos encontramos con la presencia de otras uvas tintas como son la Graciano, la Garnacha y la Mazuelo. Entre las uvas blancas trabajan la Viura.

Producción de 1,5 millones de botellas. 1 millón van destinadas al Reserva, mientras que el resto se destinan a la elaboración del resto de los vinos.

“Reserva”, “Gran reserva”, “Dalmau”, “Castillo de Ygay”, “Capellanía” y “Rosado de Marqués de Murrieta”, son los vinos que elabora la bodega en Rioja.

50.000 botellas al año se destinan a la bodega familiar.

 

Descubriendo el Priorat y sus vinos

El Priorat es, sin lugar a dudas, una de las zonas de referencia internacional de vinos españoles de calidad. Es una zona situada en la provincia de Tarragona, ubicada entre el Campo de Tarragona y las Tierras del Ebro limitando con las comarcas del Bajo Campo, la Ribera de Ebro, Las Garrigas y la Conca de Barberá.

El vino que se produce en el zona central de la comarca tiene la denominación de origen calificada Priorat, mientras que los vinos de pueblos del Bajo Priorat se elaboran bajo la denominación de la denominación de origen Montsant.

Primero la filoxera y luego la Guerra Civil, hizo que la despoblación de esta zona fuera notable, lo que llevó al abandono de los cultivos agrícolas de la zona, entre ellos los viñedos.

Pero la figura de Álvaro Palacios a finales del siglo XX que se instala en esta comarca con la finalidad de elaborar vinos de calidad monovarietales, como había aprendido en su formación en los Chateaux franceses, supuso un resurgir dentro del sector vinícola de esta comarca.

La Denominación de Origen Calificada Priorat tiene una superficie de 17.629 hectáreas, de las cuales 1.887 están plantadas con vid y cultivadas por más de 600 viticultores. Está formada por 12 zonas de producción vitícola, las diferentes villas. Cada una de las villas responden a variables geográficas, ambientales, climáticas, vitivinícolas sociales, históricas y económicas, a través de las cuales se identifica la raíz social del vino con las raíces culturales de cada pueblo y se identifica el vino con cada una de sus realidades sociales, que van más allá de los límites administrativos existentes.

Las villas que constituyen la DOC Priorat son Bellmunt del Priorat, Gratallops, el Lloar, la Morera de Montsant, Porrera, Poboleda, Scala Dei, Torroja del Priorat, la Vilella Alta, la Vilella Baixa y las zonas de Masos de Falset y les Solanes del Molar.

Descubriendo el Priorat y sus vinos

El Priorat es, sin lugar a dudas, una de las zonas de referencia internacional de vinos españoles de calidad. Es una zona situada en la provincia de Tarragona, ubicada entre el Campo de Tarragona y las Tierras del Ebro limitando con las comarcas del Bajo Campo, la Ribera de Ebro, Las Garrigas y la Conca de Barberá.

El vino que se produce en el zona central de la comarca tiene la denominación de origen calificada Priorat, mientras que los vinos de pueblos del Bajo Priorat se elaboran bajo la denominación de la denominación de origen Montsant.

Primero la filoxera y luego la Guerra Civil, hizo que la despoblación de esta zona fuera notable, lo que llevó al abandono de los cultivos agrícolas de la zona, entre ellos los viñedos.

Pero la figura de Álvaro Palacios a finales del siglo XX que se instala en esta comarca con la finalidad de elaborar vinos de calidad monovarietales, como había aprendido en su formación en los Chateaux franceses, supuso un resurgir dentro del sector vinícola de esta comarca.

La Denominación de Origen Calificada Priorat tiene una superficie de 17.629 hectáreas, de las cuales 1.887 están plantadas con vid y cultivadas por más de 600 viticultores. Está formada por 12 zonas de producción vitícola, las diferentes villas. Cada una de las villas responden a variables geográficas, ambientales, climáticas, vitivinícolas sociales, históricas y económicas, a través de las cuales se identifica la raíz social del vino con las raíces culturales de cada pueblo y se identifica el vino con cada una de sus realidades sociales, que van más allá de los límites administrativos existentes.

Las villas que constituyen la DOC Priorat son Bellmunt del Priorat, Gratallops, el Lloar, la Morera de Montsant, Porrera, Poboleda, Scala Dei, Torroja del Priorat, la Vilella Alta, la Vilella Baixa y las zonas de Masos de Falset y les Solanes del Molar.

Historia del Priorat

La Cartoixa d’Scala Dei representa la cuna histórica de los vinos y la viticultura de la Denominación de Origen Calificada Priorat. Los monjes cartujos trajeron desde la Provenza, en el siglo XII, los conocimientos y las técnicas para desarrollar una viticultura que arraigó con fuerza y ha evolucionado a lo largo de los siglos. Los dominios de la Cartuja configuraron el llamado Priorat histórico, que hoy coincide con la región vitivinícola de la DOCa Priorat.

Desde hace casi 1.000 años, nueve pequeños pueblos han crecido escondidos entre las pendientes de pizarra que se dispersan a los pies de la sierra de Montsant.

La orografía de esta zona hace que se tenga que cultivar la vid en «costers» (cuestas) con pendientes tan pronunciadas que obliga, en algunos casos, a construir terrazas. El paisaje que generan estos viñedos es uno de los rasgos característicos del Priorat, que le confieren esta personalidad tan acusada.

La DOC Priorat fue admitida a principios de 2013 en el CERVIM (Centro de Investigación, Estudio y Valorización para la Viticultura de Montaña), en el cual todas las zonas productoras que forman parte de este organismo tienen una serie de características comunes que permiten hablar de una viticultura «heroica». La viticultura «heroica» viene definida por una serie de condicionantes en los que encaja la DOC Priorat, como los siguientes: 

  • • condiciones orográficas con poca mecanización 
  • • viñedos pequeños, a veces fragmentados y a menudo organizados en terrazas 
  • • empresas agrícolas con superficie de cultivo contenida 
  • • necesidad de inversiones económicas elevadas para la modernización de cultivos y 
  • • la existencia de condiciones climáticas adversas.

 

Varietales del Priorat

Variedades tintas recomendadas: Garnacha Tinta y Cariñena.

Variedades tintas autorizadas: Garnacha Peluda, Tempranillo, Picapoll Negre, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Pinot Noir, Merlot y Syrah.

Variedades blancas: Garnacha Blanca, Macabeo, Pedro Ximénez, Chenin Blanc, Moscatel de Alejandría, Moscatel de grano menudo, Blanquilla, Picapoll Blanc y Viognier.

Bodegas del Priorat y Consejo Regulador

Una de las figuras fundamentales que supuso el resurgir y la expansión internacional de los vinos del Priorat al final del siglo pasado fue la de Álvaro Palacios, riojano de nacimiento pero casi se puede decir que del Priorat de adopción. 

Tras su formación y estar unos años en grandes Crus de Francia, vuelve a su Rioja natal pero decide comenzar su andadura en solitario en la zona del Priorat, ya que para él, era una de las zonas de España que permitiría elaborar vinos con la profundidad y expresividad que él quería elaborar, siendo lo más representativos de la tipicidad de la uva y la zona de elaboración, como son los vinos franceses.

Esto supuso un redescubrimiento del Priorat, acompañado de otros visionarios que percibían en las ideas de Álvaro Palacios eran perfectamente plasmables en el terroir del Priorat.

Hoy, si nos acercamos a probar los vinos de esta zona, encontraríamos más de 700 viticultores que elaboran vinos al amparo del Consejo Regulador de la DOQ Priorat lo que demuestra la cultura vitivinícola enraizada desde hace décadas en este terroir.

En 1924 la Comarca del Priorat d’Scala Dei, formada por los pueblos de Bellmunt, Gratallops, la Morera, Poboleda, Porrera, Torroja y la Vilella Alta, elevaron al Directorio Militar de Primo de Rivera una Exposición en la que solicitaban la adopción de medidas para el reconocimiento de la zona y evitar su despoblación. En 1928, estos mismos pueblos solicitan al Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria del Régimen de la época la creación del Consejo Regulador del Priorato de Scala Dei como organismo designado para velar por esta denominación vitícola, por el uso de la marca colectiva y por la gestión de la zona de producción.

En 1932, con la aprobación del Estatuto del Vino por parte del gobierno republicano, se reconoció a la zona del Priorat como región vitivinícola a proteger, pero a causa de las circunstancias sociopolíticas del momento no fue hasta unos años después de la Guerra Civil, en 1954, cuando se oficializó la existencia de la Denominación de Origen Priorat con un reglamento y un Consejo Regulador operativos. Esta medida daba rango legal a una marca vitivinícola con más de 1000 años de historia.

Articulo de: Autor José Luis Del Campo Villares.

Fotografia de: La Bodega Marqués de Murrieta.

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